martes, 14 de mayo de 2013

BLOG GANADOR A PROCESOS DE INTERACCIÓN

PSICOLOGÍA Y PEDAGOGÍA: 

http://psicopedagogias.blogspot.com.es/2012/09/potenciar-el-lenguaje-y-la-comunicacion.html#more


POTENCIAR EL LENGUAJE Y LA COMUNICACIÓN EN EL HOGAR

Hemos elegido este blog porque consideramos que tienen en cuenta todas las estrategias que los padres llevan a cabo a la hora de interaccionar con su hijo.

La mejor forma de aprender el lenguaje, capacidad específica del ser humano, es en los contextos familiares o similares a este, pues se dan una serie de características como conversaciones de uno a uno (niño-padre), actividades conjuntas como el juego donde prima en todo momento el lenguaje, el apoyo a cualquier mínima emisión lingüística del niño, implicación emocional y efectiva etc. que hacen del lenguaje un aprendizaje más óptimo. esto es conocido como "Estrategias Educativas informales" (Bruner 1982/1984, Clemente y Lunero)
En  los adultos surge la necesidad de querer enseñar los beneficios que supone el habla, tanto social como de carácter interpersonal, y para ello crean espacios naturales donde prima la atención conjunta y a su vez en esta, el lenguaje. Algunos de estos espacios o situaciones son los llamados espacios perdidos donde los adultos dedican tiempo a la integración del mundo físico en el niño mediante el lenguaje. Esto se da en organizaciones secuenciales, repetitivas y recurrentes en el tiempo, como por ejemplo contar un cuento todas las noches. Estas actividades de atención conjunta provocan la denominada triangularidad que se establece entre el adulto,  el niño y el objeto y que permite enseñar a hablar al niño. Se dan cara a cara y en contextos de aquí-ahora.

Este blog nos muestra una serie de estrategias que los padres deben tener en cuenta a la hora de fomentar el lenguaje mediante la comunicación. Estas estrategias pueden servir tanto a niños con dificultades en el desarrollo del lenguaje como a niños que no.
Entre las estrategias destacaríamos primero la de DAR UN MODELO CORRECTO DEL LENGUAJE. Hay diferentes formas de incitar a un uso correcto, como por ejemplo una mejor pronunciación, utilización de expansiones, etc.
Una vez que los niños han pasado la etapa del baby-talk, los adultos deben hacer uso de un lenguaje más correcto, para que los niños capten correctamente todos los fonemas, sin embargo no deben abusar de un lenguaje muy culto o complejo sino que debe ser sencillo aunque sí correcto. Por tanto, los adultos deberán emitir enunciados morfosintácticamente correctos pero simples. La LME (Longitud Media de Emisión) deberá ser solo ligeramente superior a la infantil e irá aumentando, adaptándose a la edad del niño.  Es frecuente el uso de expansiones de los enunciados que emiten los niños por parte de los adultos, las cuales se basan en una mejor pronunciación, mayor corrección o incluso el aumento de palabras.
El proceso de adquisición del lenguaje, como aprendizaje que es, conlleva a errores. Este Blog nos da una serie de indicaciones de cómo deben ser las correcciones de las emisiones de los niños.
NO SE DEBE CORREGIR DE MANERA DIRECTA. La mejor forma es la indirecta, de manera que los adultos pronuncien correctamente lo que el niño ha dicho. Otra de las formas que nos ofrece es mediante la prosodia, la cual permite que los padres y madres puedan enfatizar aquellos sonidos que el niño diga mal o no pronuncie.
Lo más importante a la hora de establecer un diálogo entre personas es LA ALTERNANCIA DE TURNOS Y LA TOMA DE INICIATIVA. Para que el niño aprenda esto, las figuras de apego deben dejar el tiempo necesario para que se explique o responda a lo que se le ha preguntado, escuchándolo sin interrumpir su diálogo. Al igual que los adultos respetan su turno, el niño debe aprender a respetar el de los adultos de igual forma.
Pero no debemos atender únicamente a enseñar el lenguaje, lo más importante de este aprendizaje es como se realiza, en qué situaciones y quiénes participan en él. Para ello, las estrategias que ofrece el blog son:
ESTABLECER JUEGOS SOBRE LOS QUE SE INCITA A LA CONVERSACIÓN. Es implícito que los padres y madres organicen  la  vida de sus hijos en secuencias de juego o interacción lúdica con el objetivo último de jugar. Hacen uso de juegos sensoriales, motores o simbólicos en los que las actividades realizadas simulan o imitan la vida de los adultos o estas son de acción directa sobre objetos, de esta forma se provoca la atención y acción conjunta. Esto fue lo que Bruner denominó “formato”, es decir, actividades o tareas cíclicas y recurrentes en sí mismas y a lo largo del tiempo que permiten el aprendizaje del niño como por  ejemplo, leer un cuento todas las noches antes de dormir.
Ante todo, los padres deben saber que LAS SITUACIONES DEBEN SER NATURALES, NO FORZADAS. Es decir, que pueden aprovechar diferentes actividades como la hora del baño en la que se puede practicar la acción conjunta: el niño y el padre actúan a la vez sobre un objeto. O procesos de atención conjunta en los que los padres y sus hijos se encuentran centrados en un mismo objeto y se produce entre ellos una interacción (como una mirada a la cara) Tomasello y Todd (1983).

En cuanto a cómo es el lenguaje utilizado por los niños, podemos distinguir dos estilos, a saber, niños con un estilo expresivo, aquellos que utilizan el lenguaje para un fin interactivo social; niños con un estilo expresivo, aquellos que usan el lenguaje con fin de denominar a objetos. Nelson (1973)
Estos estilos pueden relacionarse con los estilos que usan las madres para hablar con ellos. Olsen-Fulero(1982) establecen cuatro estilos maternos: madres directivas (cuyo objetivo es elicitar acciones física  madres conversacionales (se caracterizan por un gran uso de preguntas) madres intrusas ( cuyo objetivo es elicitar la conversación pero también conseguir reglarla) y madres didácticas (cuyo objetivo es dar a los niños estimulación intrusiva).

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